El vino es un producto vivo, en constante evolución hasta el instante mismo de su degustación.
Sin embargo, ¿Cuánto tiempo puede estar en la botella?¿Cuándo beberlo?
Para todos aquellos que tienen una pequeña bodega o vinoteca o no, pero les interesa aprender un poquito más sobre esta magnífica bebida milenaria, sigue leyendo y descubre el momento perfecto para el consumo de cada vino.
Lo primero que debemos saber es que no todos los vinos mejoran con el tiempo ni tampoco
todos los que compramos estarán listos para ser consumidos a corto plazo.
Habrá algunos que se encontraran en su mejor momento de consumo ni bien los compramos como sucede con los vinos jóvenes, y otros que necesitaran ser guardados por un periodo mas largo para que sus cualidades se asienten, como los llamados vinos de guarda. Estos pueden añejar tanto en barricas como en las propia vinotecas del consumidor, donde seguirán potenciando sus sabores dentro de la botella.
Es fundamental que las condiciones de almacenamiento tanto para los vinos jóvenes como los
de guarda, sean las correctas, es decir, cuidar aquellos factores que hacen a la integridad del
vino como son las temperaturas ideales para cada vino, luz, humedad, posición de la botella,
vibraciones, etc.
Los tiempos de almacenamiento para cada tipo de vino:
Hay una tendencia a pensar que todos los vinos se pueden guardar, pero esto no es así. Los vinos jóvenes, que pueden ser tanto tinto, blanco y rosado, son elaborados con el objetivo de ser consumidos durante el año y el paso del tiempo no hará más que perjudicar su calidad y frescura.
Los vinos de guarda, en cambio, como los de crianza, reserva y gran reserva, se potencian en el transcurso de los años, mejorando su calidad, aroma y gusto. Estos, son vinos complejos, con más cuerpo y grado de acidez y mayor graduación alcohólica que va disminuyendo a lo largo de los años hasta encontrarse en su punto justo.
Para que tengas una noción de la cantidad de años que un vino puede guardarse contando a partir del año de su cosecha, mira este cuadro:
- Vinos jóvenes: no más de un año de guarda y puede ser un poco más para los que han pasado por barrica unos meses (vinos jóvenes robles), pero no mucho más. En realidad de 2 a 3 años
- Vinos crianza: entre 4 a 5 años
- Vino Reserva: 8 a 10
- Vino Gran reserva: 15 años o más
Etapas de desarrollo o vida del vino:
Como sabemos, el vino es un producto vivo que evoluciona con el tiempo dentro de la botella,
por ende podemos hablar de un ciclo de vida.
Conocer este ciclo nos ayudara a entender cuál es el punto óptimo de esta bebida y aprovechar todas sus cualidades en su mejor momento. Este ciclo está caracterizado por tres fases:
Fase de desarrollo:
Luego del embotellado se inicia el periodo de desarrollo, aquí se lleva a cabo la evolución del
vino dentro de la botella, el inicio de reacciones químicas que llevaran a la bebida a su máximo
esplendor. El vino incrementa paulatinamente su calidad, estabilizándose, ganando cuerpo,
aroma y su mejor sabor.
¡Atentos al cuidado y guarda de vino en esta fase! ya que será un punto clave que acompañará
el buen desenlace.
Fase de apogeo:
Es el momento de mayor plenitud, el vino alcanza su máxima calidad ofreciendo lo mejor de sí
mismo. En este periodo se potencian todos los aspectos positivos que pueden ofrecer.
Fase declive:
Con el tiempo el vino para de crecer y empieza un camino de pérdidas, sobre todo de sus
mejores cualidades. Aquí el vino envejece, se oxida y se transforma en lo que se conoce como
vino muerto.
Tipos de vinos y su características:
Como hemos visto, la tipología del vino determina este ciclo de vida. De forma muy general se
harán las descripciones de cada una de ellas:
Vinos jóvenes: Son vinos que por lo general no han tenido un proceso de crianza o envejecimiento en barrica, si no que se embotellan durante su proceso de elaboración, después de la fermentación alcohólica de la uva. Se comercializan luego de unos pocos meses (3 o 4 meses) de su vendimia.
Vinos Crianza: Son aquellos vinos que deben cumplir con un envejecimiento de al menos 2
años para ser comercializados, de los cuales 6 meses deben ser en barrica. Este envejecimiento
dentro de la botella, aporta estructura, equilibrio de acidez y potencia aromas y sabores. Llega
a su punto de madurez a los 2 años y se extiende hasta los 6.
Vino de Reserva: En este caso, los vinos deben pasar por un envejecimiento de elaboración de
al menos 3 años, de los cuales 12 serán en barricas de roble. En este momento de guarda, el
vino capturara matices aromáticas como madera, cuero, café, pimienta, nueces, llamados
aromas terciarios. Se comercializan a partir del cuarto año, llegando a la madurez entre los 5 y 8
años, aunque pueden prolongarse hasta los 10.
Vino Gran Reserva: Estos vinos aprovechan las mejores cosechas, por eso son los más
esquicitos y los de mayor calidad. Llevan un largo periodo de maduración, mínimo 5 años, de
los cuales 18 meses serán en barricas. Este tipo, se puede guardar por muchos años ya que su
evolución en botella es muy lenta y llegara a su punto óptimo de consumo a los 10 y 12 años.